Es verano , y la playa convoca a trabajar
su papá es constructor entonces la
familia va a vivir a la playa. Rosa y sus hermanos saben que para ellos
significa placer y alegría. Juegos en la playa, sol, arena, todo invita a
disfrutar.
Es
febrero y en Orense se festeja “El carnaval”.
Rosa transpone el umbral de la playa para
asistir al Corso cargada cual guerrera del espacio con miles de papelitos
perforados al azar, globos de agua, bombitas que a media noche comenzarían a
estallar.
Llega
a la avenida San Martín Y se pierde entre luces , cientos de foquitos de
colores que el Vinco y compañía hilvanaron cual collar vidriado callejero. Y
allí en la acera emergen payasos , gorilas, caras de mirada adelante y atrás.
Barco de dos bicicletas. Durante los cinco
días hay concurso de disfraz, eso sí, debieron pedir permiso. Si hasta Tonchi
se disfrazó, pero es el más alto y la
evidencia no le permitió disfrutar del anonimato.
La noche
abraza en un baile en el Club donde en mesas familiares todo es alegría, desde allí un voto a las niñas premiará.
Colmada de almas bullangueras, en la pista danzan al compas de la orquesta (
venida de capital) máscaras, bellas
jóvenes de miradas furtivas detrás del antifaz. La música alegra el corazón y
un aroma exquisito mana desde el lanza perfume (si, foncito con perfume), guirnaldas atrevidas cual serpiente se enredan
en onduladas cabelleras.
Rosa está feliz , brilla, hay luz en su
corazón. Y sí, hoy es la elegida, banda, corona y capa, es la Reina del Carnaval y obligado baile con el
presidente del club. A los 18 años Rosa
ostenta además otros reinados como el de la Primavera. Durante ese año es la más
linda, está de moda y lo disfruta.
Relato contado por Rosa Viurli y Vicente
José Carija. Gracias.