Quisiera reflejar con unas palabras
lo que significó y significa para mi el Club Alumni. ¡El Club de
mis amores podría decir!
Tengo vagos recuerdos de la
construcción del gimnasio; el día de su inauguración, en 1961, yo
tenía 10 años.
Luego vinieron los eventos
sociales para juntar dinero: los bailes de carnaval con Carliños y
su bandita (entre otros). En las cálidas noches de verano la gente
salía a bailar afuera y llegaba hasta la esquina, que solo tenía
las estructuras de lo que sería en un futuro la sede social. Eso
hacían los mayores, mientras algunos pequeños (como yo y mi socio
de travesuras Mangucho) juntábamos el papel picado pisoteado del
suelo y se lo arrojábamos a los bailarines que nos increpaban
mientras nosotros salíamos corriendo.
También pasaron por el Gimnasio
Antonio Tormo, Jorge Cafrune , Los Chalchaleros ,Los Fronterizos,
Landriscina, Horacio Guaraní, la Sole, Zapata. . .etcétera.
Ya adolescente en vez de
molestar a los mayores pude salir a bailar. En un baile de Carnaval
fui elegida Reina y luego Mis Alumni (según mi papá pesaba mucho en
la elección que él fuera de la Comisión).
Pronto el Club necesitó crecer,
y así vinieron las estructuras de cemento de la esquina, y las
escaleras donde yo me sentaba a esperar a mi mamá que venía de
trabajar.
Y cada vez eran mayores los
eventos que se hacían para recaudar dinero. Así llegó LA NEGRITA
DE LA SUERTE ¡Qué rifa! Se ponían los autos de los premios en
exposición. La larga cola comenzaba en el Club y llegaba hasta el
Monumento de la Madre. Era presidente del Club Ernesto Eguren. Los
años de las distintas ediciones de la rifa figuran en mis recuerdos
como los mejores .¡Cuánto trabajo, y cuánto entusiasmo!
Ya con 11 0 12 años llegó el
Profesor Amadeo Gorri y con él comencé a practicar deportes, en
especial básquet. Cuando nos tocaba jugar en Tres Arroyos íbamos
todas en la caja de un camión. Siempre recordaré el gol en contra
que hizo Ana María Keergaard en un partido contra Huracán.(Perdón
por nombrarla pero semejante hazaña debe ser reconocida).
En ocasiones de celebrar algún
acontecimiento en el pueblo desfilábamos cada grupo del Club con una
identificación. Yo pertenecía a LOS BICHITOS BLANCOS y portaba el
banderín, con apenas 4 añitos, Bichi Schmidt. Gorri fue una gran
persona que hizo mucho en el Club y lograba ser muy querido. Yo
cuento entre los recuerdos de la vida, el silbato de uso personal,
que él me regaló. Tuve otros Directores Técnicos de los que
también guardo buenos recuerdos: Pirincho Yanacone, Walter Murillo y
Rulo Montenegro, actual presidente de la entidad.
Poco a poco se fue dando el
crecimiento edilicio: cancha de Tenis, de pelota a paleta y todo
gracias al esfuerzo de los orensanos. Este crecimiento iba acorde al
desarrollo de las actividades deportivas. Como olvidar el torneo
ANKER KEERGAARD desde sus comienzos. Siempre tengo presente la noche
que luego de ganarlo fuimos en caravana hasta la casa de José
Keergaard a llevarle la copa ya que él por una gripe no había
concurrido al partido. Y cómo olvidar las largas colas para poder
comprar anticipadamente las entradas en épocas de Regi Green. . .
Eran épocas de gloria para el Basquet orensano. Tengo el mejor de
los recuerdos de todos los jugadores. Por no cometer errores no los
nombraré, sólo quisiera poner a todos bajo los nombres de mi gran
amigo Hugo Funes y Ricardo Santiago.
También en el fútbol Alumn,
marcó mi vida. Desde pequeña acompañaba a mi papá a la cancha; él
para no quedarse sin lugar, llevaba temprano el camión de la Barraca
y lo dejaba estacionado, con tan mala suerte que siempre quedaba en
la hinchada de visitantes, y desde ahí veíamos el partido. Este
problema no estaría hoy ya que la Marcos P. Retrivi está
remodelada y toda señalizada.
Durante muchos años acompañé
al equipo a todos los partidos. No me importaba si debía hacer
muchos kilómetros sentada en la caja de una camioneta, al rayo del
sol, o con frío (claro está que en esa época los años y la salud
me permitían hacerlo).
Se vinieron los campeonatos del
84, del 88, este último creo que lo presentí, porque con mucha
anticipación hice una carpeta de recortes del fútbol, como si
supiera que saldríamos campeones y que tendría ocasión de
mostrarla. Este año la entregué para hacer un documental sobre el
Campeonato en que Alumni subió a Primera, hace de eso ¡25 años! Mi
afecto y reconocimiento a todos los jugadores y, aquí nuevamente, no
quiero caer en olvidos involuntarios. Bajo el nombre de dos arqueros
fallecidos incorporo a todos. Tío Beto ¡grande Gordo! Y Beto
Pagola que defendieron las vallas de Alumni.
Alumni ofrece hoy un hermosa
estructura edilicia. En estos últimos años se hicieron muchas
reformas entre ellas el piso flotante. Recuerdo que con Pachi y
Candela Doladé pintamos el logo del Club a muchos metros del piso.
Mi Dios ¡qué temblor de piernas arriba de esos andamios inmensos
y eso que yo era la que estaba más abajo!
Para desarrollar actividades
gauchescas la Comisión directiva ha acondicionado el Campo de Doma
donde realizan eventos como domas, prueba de riendas y de sortija.
¡Una verdadera fiesta! Y para movilizar a los jugadores
adquirieron un micro, concretando así un largo sueño.
Dije al comienzo que iba a
reflejar en unas pocas palabras lo que significó y significa para
mí el Club Alumni. No fueron pocas. . . Es tanto lo que tengo para
decir. . . ¡y tanto lo que he omitido! Pero no puedo terminar sin
dejar de reconocer a aquel pionero Felipe del Hoyo, Primer Presidente
y a al actual Orlando Montenegro. Pero ,por sobre todas las personas
agradecer a mi viejo, Pecho Valbuena, que desde muy chica me llevó
prendida a sus pantalones cada vez que iba al Club.
No puedo negarlo: tengo 2
camisetas en mí: La de la Escuela 17 en la que me crié, me eduqué
y trabajé durante 40 años y la del Club Alumni donde jugué,
bailé, acompañé, y trabajé. La plaqueta que me entregaron para
los 90 años de la institución reconociendo mi labor está no sólo
en un lugar privilegiado de mi casa sino en mi corazón.
ALUMNI
¡¡¡TE QUIERO!!!!!
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