Yo
tenía meses cuando vine a vivir a Orense (estaba en el campo) porque
mi papá empezó a trabajar en la barraca "La Unión". Ahí
se compraba cueros de corderitos, vaca y lana de ovino. Yo tendría
unos cinco años y me lo pasaba en los escritorios, en uno trabajaba
Lorenzo De La Mata y en el otro el abuelo Antonio Di Cárolis. Ahí
fue cuando conocí las famosas "galochas".
El abuelo Antonio venía con su sombrero, su piloto (días de lluvias) y su gran paraguas y las famosas galochas, eran de goma fina, se ponían cubriendo los zapatos o lo que fuera para que no se mojen y así lo que estaba puesto quedaba impecable.
El abuelo Antonio venía con su sombrero, su piloto (días de lluvias) y su gran paraguas y las famosas galochas, eran de goma fina, se ponían cubriendo los zapatos o lo que fuera para que no se mojen y así lo que estaba puesto quedaba impecable.
SILVIA VALBUENA
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