Al enterarnos de esta buena idea que
tuvo Bibiana de crear un Blog hablando sobre la historia de nuestro
pueblo en donde cada uno pudiera plasmar un pedacito de su propia
historia, nos atrevimos y se nos ocurrió ser una partecita de esa
idea y así poder compartir con los lectores nuestra historia de
vida.
Nuestra familia ( los Narvarte, Diez
) comenzaron a sembrar sus raíces allá por el el año 1890 cuando
nuestros bisabuelos llegaron a la Argentina para establecerse en
campos de la zona de Orense dedicándose a tareas rurales. Ellos eran
, por un lado, los Narvarte ( padres de nuestro abuelo Juan )
llegados de Goizueta, pueblo de Navarra; y por el otro, los Diez (
padres de nuestra abuela Consuelo ) de Arcovego, pueblo de León.
En Orense nacieron nuestros abuelos
y sus hermanos. Nuestro abuelo Juan Narvarte en el año 1895 y
nuestra abuela Consuelo Diez en 1902.
Juan y Consuelo ya adultos se
enamoraron y comenzaron un proyecto de familia que concretaron
casándose. Pasados algunos años llegan a tener tres hijos varones:
Edgar Neldo, Juan Ariel y Jesús Amado
El abuelo Juan junto a dos de sus
hermanos lograron, aún jóvenes y luego de un arduo trabajo, ser
propietarios de varias hectáreas de campo distante a 6 km de Orense.
Cercano a este lugar habitaba la familia de Francisco Narvarte y de
María Diez, hermanos entre ellos, lo que los convirtió en primos
dobles por parte de padre y madre. Disfrutaron aquí de una bella
infancia compartida, con simples juegos y grandes travesuras siendo
un numeroso grupo: 6 varones y 2 mujeres. Aprovechando la presencia
de una maestra en uno de los puestos comenzaron también, además de
disfrutar de los juegos cotidianos, a asistir a clases comenzando así
sus estudios escolares.
Luego de la crisis del año 1930 y
yéndoles mal económicamente deciden dejar el campo. Se radican en
Orense, teniendo en ese momento la representación del combustible
TEXACO.
Estos tres niños, ya crecidos y
convertidos en jóvenes y adultos comenzaban a desenvolverse de
acuerdo a sus condiciones personales y a sus gustos.
El mayor, Neldo participando en
reuniones sociales, con muchas amistades y excelente oratoria. Con el
correr de los años se desempeñó como Martillero Público, en la
casa de Remates de Hacienda llamada NARVARTE HERMANOS Y GAZZANEO.
Al segundo, Juan Ariel le encantaba
la música, aprendió a tocar el bandoneón, formó así su propia
orquesta junto a sus amigos Enrique Barragán, Aníbal Fernández y
otro. Continuó, como su padre, trabajando en el campo, empleándose
en la Estancia “San José” en Energía, perteneciente a la firma
Bunge-Born, como segundo mayordomo, de allí lo trasladan a Pérez
Millán como mayordomo a la Estancia “La Capitana”, regresando a
su querido terruño ya casado con Sara Boedo y su primer hija Mónica,
para integrar la firma NARVARTE HNOS.
Y el más chico de los hermanos,
Jesús Amado trabajo desde muy joven en el campo de Chalbou y Olaso,
cosechando tanto en su lugar de trabajo como en el pueblo, gran
cantidad de amigos entre los que existía un reciproco afecto de
amistad.
Transcurría el año 1949 cuando
Neldo contraía matrimonio con la joven Norma Laustsen y junto a su
hermano Juan Ariel compran un terreno donde construyeron sus propias
casas y su Escritorio, linderos a donde actualmente se encuentra el
Banco Provincia de Buenos Aires. Allí estaba la casa de Remates y
Venta de productos veterinarios que ambos hermanos compartían.
Las familias de Neldo y Ariel
seguían aumentándose. Neldo y su esposa Norma tuvieron a Norma
Lidia (Suny ). A los dos años Ariel y su esposa Sarita agrandan la
familia con su segunda hija Silvia. Desde el inicio de esta vida
compartida se estableció un hermoso vínculo entre estas dos
cuñadas, quienes compartían la crianza de sus hijas , horas de
tejidos, bordados, organización de los cumpleaños y los infaltables
momentos diarios de charlas, mate de por medio.
Mientras tanto, entre toda esta vida
compartida, una nueva integrante llega a la familia: Laura, la
segunda hija de Neldo y Norma.
El último en casarse fue el menor
de los hermanos, Jesús Amado que, junto a su esposa María Isabel
Martiarena (Coca) traen al mundo a su primera hija Cristina. Éramos,
para este tiempo, ya cinco mujeres… algo ante lo cual nuestra
abuela Consuelo decía: “Otra chancleta”, pero a los años este
matrimonio rompió la racha con la llegada de su segundo hijo, Juan
Fermín.
Nuestra abuela Consuelo era una ama
de casa muy prolija, ordenada y limpia, almidonaba las sábanas, pero
a sus primeras nietas les permitía todo, nos llevaba mate de leche a
la cama y merengues que el abuelo había ido a comprar. Hacíamos la
rayuela en el piso encerado de su living, llevábamos sus sillones
para un acto en el Colegio “San José”, todos los gustos en la
comida… y hasta el permiso, ya de más grandecitas para tomar un
poquito de anís “ 8 hermanos” rebajado con más de la mitad de
agua… Mónica, la mayor de las nietas también recuerda, entre
tantas cosas, cuando el abuelo Juan le enseñó a manejar diciéndole:
“Si sale para adelante, vamos.”
Por esos años llegaban otros hijos
más… al matrimonio de Neldo y Norma, María Clara y luego Sandra,
al de Juan Ariel y Sarita, Juan Manuel y al de Amado y Coca llegó
Juan Adrián.
Fueron hermosísimos años de
nuestra infancia y juventud, con miles de recuerdos de juegos en
nuestra casa, durante el día en un patio compartido y ya de noche en
el escritorio de nuestros padres.
Las vueltas de la vida hizo que Juan
y Consuelo, como la familia de Neldo se radicaran en Necochea. Ariel
y familia se establecieron por razones laborales en Olavarría,
quedando solo en Orense la familia de Amado y Coca con sus hijos. Los
descendientes de Cristina aún viven en nuestro querido Orense, lugar
donde cinco generaciones nacimos, lugar de nuestras raíces, lugar de
plena tranquilidad, lugar de paz, al que nos encanta visitar y al que
siempre queremos volver,
porque uno es, termina siendo…
parte de lo que va viviendo, eligiendo a veces y otras no pudiendo…
Una parte uno mismo y otra, las circunstancias externas que nos
determinarán pero por sobre todo, uno ES lo que ha recibido, lo que
le ha sido transmitido como código de vida y valor.
Uno es el amor que le entregaron y
uno es, también, sus paisajes de la infancia, con sus olores y
sonidos, sus maneras y sus voces. Uno es sus vivencias. Y los
afectos…. Cada instante perpetuado en la memoria. Cada uno de los
detalles que construyen nuestra impronta.
Y uno es, también sus raíces y su
origen. Ese que, para nosotros, lleva el nombre de ORENSE.
Por todo esto, entre otras cosas, te
deseamos: ¡FELÍZ ANIVERSARIO, QUERIDO PUEBLO!
Juan Narvarte, Consuelo Diez de
Narvarte
Sara Boedo, Norma Laustsen e Isabel
Martiarena
Mónica, Silvia y Juan Manuel
Narvarte
Suny, Laura, María Clara y Sandra
Narvarte
Cristina, Juan Fermín y Juan Adrián
Narvarte.
que lindo recuerdo yo soy la nieta de Francisco Narvarte y tube la suerte de conocer Argovejo donde habian nacido la bisabuela
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