lunes, 24 de junio de 2013

Una familia llamada NARVARTE DIEZ…


Al enterarnos de esta buena idea que tuvo Bibiana de crear un Blog hablando sobre la historia de nuestro pueblo en donde cada uno pudiera plasmar un pedacito de su propia historia, nos atrevimos y se nos ocurrió ser una partecita de esa idea y así poder compartir con los lectores nuestra historia de vida.
Nuestra familia ( los Narvarte, Diez ) comenzaron a sembrar sus raíces allá por el el año 1890 cuando nuestros bisabuelos llegaron a la Argentina para establecerse en campos de la zona de Orense dedicándose a tareas rurales. Ellos eran , por un lado, los Narvarte ( padres de nuestro abuelo Juan ) llegados de Goizueta, pueblo de Navarra; y por el otro, los Diez ( padres de nuestra abuela Consuelo ) de Arcovego, pueblo de León.
En Orense nacieron nuestros abuelos y sus hermanos. Nuestro abuelo Juan Narvarte en el año 1895 y nuestra abuela Consuelo Diez en 1902.
Juan y Consuelo ya adultos se enamoraron y comenzaron un proyecto de familia que concretaron casándose. Pasados algunos años llegan a tener tres hijos varones: Edgar Neldo, Juan Ariel y Jesús Amado
El abuelo Juan junto a dos de sus hermanos lograron, aún jóvenes y luego de un arduo trabajo, ser propietarios de varias hectáreas de campo distante a 6 km de Orense. Cercano a este lugar habitaba la familia de Francisco Narvarte y de María Diez, hermanos entre ellos, lo que los convirtió en primos dobles por parte de padre y madre. Disfrutaron aquí de una bella infancia compartida, con simples juegos y grandes travesuras siendo un numeroso grupo: 6 varones y 2 mujeres. Aprovechando la presencia de una maestra en uno de los puestos comenzaron también, además de disfrutar de los juegos cotidianos, a asistir a clases comenzando así sus estudios escolares.
Luego de la crisis del año 1930 y yéndoles mal económicamente deciden dejar el campo. Se radican en Orense, teniendo en ese momento la representación del combustible TEXACO.
Estos tres niños, ya crecidos y convertidos en jóvenes y adultos comenzaban a desenvolverse de acuerdo a sus condiciones personales y a sus gustos.
El mayor, Neldo participando en reuniones sociales, con muchas amistades y excelente oratoria. Con el correr de los años se desempeñó como Martillero Público, en la casa de Remates de Hacienda llamada NARVARTE HERMANOS Y GAZZANEO.
Al segundo, Juan Ariel le encantaba la música, aprendió a tocar el bandoneón, formó así su propia orquesta junto a sus amigos Enrique Barragán, Aníbal Fernández y otro. Continuó, como su padre, trabajando en el campo, empleándose en la Estancia “San José” en Energía, perteneciente a la firma Bunge-Born, como segundo mayordomo, de allí lo trasladan a Pérez Millán como mayordomo a la Estancia “La Capitana”, regresando a su querido terruño ya casado con Sara Boedo y su primer hija Mónica, para integrar la firma NARVARTE HNOS.
Y el más chico de los hermanos, Jesús Amado trabajo desde muy joven en el campo de Chalbou y Olaso, cosechando tanto en su lugar de trabajo como en el pueblo, gran cantidad de amigos entre los que existía un reciproco afecto de amistad.
Transcurría el año 1949 cuando Neldo contraía matrimonio con la joven Norma Laustsen y junto a su hermano Juan Ariel compran un terreno donde construyeron sus propias casas y su Escritorio, linderos a donde actualmente se encuentra el Banco Provincia de Buenos Aires. Allí estaba la casa de Remates y Venta de productos veterinarios que ambos hermanos compartían.
Las familias de Neldo y Ariel seguían aumentándose. Neldo y su esposa Norma tuvieron a Norma Lidia (Suny ). A los dos años Ariel y su esposa Sarita agrandan la familia con su segunda hija Silvia. Desde el inicio de esta vida compartida se estableció un hermoso vínculo entre estas dos cuñadas, quienes compartían la crianza de sus hijas , horas de tejidos, bordados, organización de los cumpleaños y los infaltables momentos diarios de charlas, mate de por medio.
Mientras tanto, entre toda esta vida compartida, una nueva integrante llega a la familia: Laura, la segunda hija de Neldo y Norma.
El último en casarse fue el menor de los hermanos, Jesús Amado que, junto a su esposa María Isabel Martiarena (Coca) traen al mundo a su primera hija Cristina. Éramos, para este tiempo, ya cinco mujeres… algo ante lo cual nuestra abuela Consuelo decía: “Otra chancleta”, pero a los años este matrimonio rompió la racha con la llegada de su segundo hijo, Juan Fermín.
Nuestra abuela Consuelo era una ama de casa muy prolija, ordenada y limpia, almidonaba las sábanas, pero a sus primeras nietas les permitía todo, nos llevaba mate de leche a la cama y merengues que el abuelo había ido a comprar. Hacíamos la rayuela en el piso encerado de su living, llevábamos sus sillones para un acto en el Colegio “San José”, todos los gustos en la comida… y hasta el permiso, ya de más grandecitas para tomar un poquito de anís “ 8 hermanos” rebajado con más de la mitad de agua… Mónica, la mayor de las nietas también recuerda, entre tantas cosas, cuando el abuelo Juan le enseñó a manejar diciéndole: “Si sale para adelante, vamos.”
Por esos años llegaban otros hijos más… al matrimonio de Neldo y Norma, María Clara y luego Sandra, al de Juan Ariel y Sarita, Juan Manuel y al de Amado y Coca llegó Juan Adrián.
Fueron hermosísimos años de nuestra infancia y juventud, con miles de recuerdos de juegos en nuestra casa, durante el día en un patio compartido y ya de noche en el escritorio de nuestros padres.
Las vueltas de la vida hizo que Juan y Consuelo, como la familia de Neldo se radicaran en Necochea. Ariel y familia se establecieron por razones laborales en Olavarría, quedando solo en Orense la familia de Amado y Coca con sus hijos. Los descendientes de Cristina aún viven en nuestro querido Orense, lugar donde cinco generaciones nacimos, lugar de nuestras raíces, lugar de plena tranquilidad, lugar de paz, al que nos encanta visitar y al que siempre queremos volver,
porque uno es, termina siendo… parte de lo que va viviendo, eligiendo a veces y otras no pudiendo… Una parte uno mismo y otra, las circunstancias externas que nos determinarán pero por sobre todo, uno ES lo que ha recibido, lo que le ha sido transmitido como código de vida y valor.
Uno es el amor que le entregaron y uno es, también, sus paisajes de la infancia, con sus olores y sonidos, sus maneras y sus voces. Uno es sus vivencias. Y los afectos…. Cada instante perpetuado en la memoria. Cada uno de los detalles que construyen nuestra impronta.
Y uno es, también sus raíces y su origen. Ese que, para nosotros, lleva el nombre de ORENSE.
Por todo esto, entre otras cosas, te deseamos: ¡FELÍZ ANIVERSARIO, QUERIDO PUEBLO!
Juan Narvarte, Consuelo Diez de Narvarte
Ariel, Neldo y Amado Narvarte
Sara Boedo, Norma Laustsen e Isabel Martiarena
Mónica, Silvia y Juan Manuel Narvarte
Suny, Laura, María Clara y Sandra Narvarte
Cristina, Juan Fermín y Juan Adrián Narvarte.


1 comentario:

  1. que lindo recuerdo yo soy la nieta de Francisco Narvarte y tube la suerte de conocer Argovejo donde habian nacido la bisabuela

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