Cuando tenía 14 o 15 años, habrá sido el verano del 98, mi
hermano Diego me llevó a ver a la legendaria “Chagatas Blues”, a partir de ahí
no pude pensar en otra cosa que no sea tener una banda. Eso sí, primero tenía
que aprender a tocar algún instrumento. Y ahí tuvo mucho que ver un gran amigo
de aquella época, Agustín Lara. El me enseño todo lo que sabía por el simple
hecho de compartir la música, y eso no tiene precio. Más teniendo en cuenta que
hoy la música, es mi medio de vida.
De ahí en adelante surgieron diferentes
formaciones musicales, algunas de ellas más que pasajeras y otras no tanto, una
de ellas fue “El Ventilador” ( Pancho Fresard en batería y voz, Emanuel
Hartstock en guitarra y voz, Luciano
Dumayre en guitarra, Gastón Nievas con una guitarra que usábamos de bajo y yo
en guitarra), que si bien duro sólo un verano, (el verano del 2000), tengo
recuerdos de aquella banda como si hubiésemos tocado juntos 2 o 3 años.
Pero mi
banda, la que siempre será mi banda, esa es La “Virna Lisi”, principalmente porque la compartí con amigos.
Con Emanuel Hartstock y Marcelo Pardo teníamos la intención de formar una
banda, pero teníamos un serio inconveniente, no teníamos baterista, y el único
baterista joven en todo el pueblo era Damián González, que no solo era el único
sino que además era muy bueno, asique era más que solicitado. Pero lo fuimos a
buscar y él rápidamente se sumó a lo que ahora sí podíamos llamar una banda.
Rápidamente vinieron la primeras presentaciones, el debut, en Burbujas pub, en
junio del 2001 donde recuerdo que hicimos solo 6 canciones como teloneros de la
banda “Malas Capas”, de solo recordarlo me vuelvo a poner nervioso como aquella
vez. Ese sentimiento magnifico que se siente antes de tocar, y que hoy en día
todavía me atraviesa cada vez que tengo una presentación. En unos pocos días ya
tuvimos que tocar solos en el bolichedel pueblo que por aquella época creo que
se llamaba La Luna. De ahí en adelante no paramos de tocar: Tres Arroyos,
Claromecó, Necochea, San Cayetano, Fiestas de la primavera, eventos a
beneficio, El Califa, Jamaica, Friends, Parada 69, Dunas, cualquier lugar era
bueno para tocar. De cada viaje o de cada show surgían miles de anécdotas.
Desde viajar 5 personas en un Citroën
hasta la playa con todos los instrumentos, y tener que ir tirándonos del auto
en movimiento para que pueda subir las lomas, hasta viajar en el medio de
transporte menos indicado si te toca un día de lluvia torrencial, o que la
policía venga a clausurar el bar cuando
recién arranca el show, y tantos otros buenos recuerdos. Por la razón de que Demi
ya no podía tocar siempre con nosotros, se sumó a la bandaSebastián Loreto, una
excelente persona además de un eximio baterista. Y desde la primera vez que
tocamos juntos pareció que habíamos tocado juntos toda la vida. Más allá de
algún final de canción en solitario que Seba tuvo que hacer y que muy bien
recordará.
Creo
que de todos los lugares donde tocamos, tocar en el balneario Orense era lo
mejor que nos podía pasar, siempre con el asado previo, y rodeados de amigos
que después, como siempre, irían a hacernos el aguante. Los mismos amigos que
una vez nos hicieron dejar todo lo que habíamos cobrado en la barra de algún
pub, porque habían tomado toda la noche
a cuenta de la banda, claro que no nos importaba, solo nos importaba tocar.
Recuerdos que producen cierta nostalgia pero que tuvimos la suerte de vivirlos
juntos, y en el momento indicado de nuestras vidas. Cuántos viajes, cuántos
ensayos, cuántos invitados a tocar. Algunos grandes músicos como Mario
Fernández, otros un poco más aficionados, pero todos con la misma pasión y
entusiasmo. Lo recuerdo a Tato Ricupero ensayando apasionadamente con nosotros
en Dunas con esa hermosa voz grave y quebrada, cuando
todos lo estaban esperando para el bautismo de su sobrina en la capilla.
Con el tiempo la banda mejoro,
creció, desde hacía un tiempo ya tocábamos nuestros propios temas, compuestos
por Ema y arreglados por la banda. Esos temas que solo puedo tocar si toco con
ellos, sino no puedo, no es lo mismo. Fuimos teloneros de una banda reconocida
del Rock Nacional como los “Ratones Paranoicos” allá por mayo del 2003 y grabamos
algunos cds, el primero creo que por el verano del 2004.
Cuando fue la última vez que
tocamos juntos no me acuerdo, me acuerdo el momento, claro, pero no la fecha. De
todas maneras no importa, porque sé que la Virna va a volver, porque es una de
esas bandas eternas, de esas que siempre vuelven. Tal vez como una excusa para
juntarme con mis amigos, tal vez porque sé que lo vamos a disfrutar como
siempre. Por ahora, la Virna descansa esperando el momento justo para volver a
escribir una nueva página de la historia del Rock Orensano.
Doladé Gonzalo
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