lunes, 15 de julio de 2013

Mi vida en Orense de Ana Sofia Lambrecht



No nací en Orense. Nací en General Lamadrid un 22 de Junio del 73, más al centro de la Provincia de Buenos Aires. Mis padres decidieron mudarse a Orense luego de tres años. Así es que en 1976 ya empezaba a transitar las callecitas de lo que se transformaría luego en mi refugio personal. De a poco nos establecimos, nos mudamos a nuestra propia casa y comencé a hacer amigos. Mientras crecía compartía con ellos, la libertad y la seguridad de volver a cualquier hora a casa. Nos pasábamos tardes y noches jugando al Poliladron, al “rinraje” (deporte odiado por nuestros vecinos mayores), y al tenis. No hay un rincón en ese pueblo que no albergue algún recuerdo hermoso de mi niñez y adolescencia junto a amigos que no olvidaré jamás, y que hoy siguen formando parte de mi vida. No tuve hermanos, pero allí los hice. Allí, en ese maravilloso lugar encontré cosas muy valiosas, que aún conservo. Allí establecí mis primeros principios. Allí construí relaciones. Allí empecé a tomar mis primeras decisiones. Claro que con el tiempo y en otros lugares también adquirí hermosas relaciones con las cuales paso momentos gratos. Pero lo que quiero decir es que, todo lo que forjé en ese lugarcito aún lo conservo, no se me ha perdido nada en el camino. Lo mejor de Orense, no sé si a todos les pasa, es que siempre quiero volver. Regresar es como reencontrarme con un pedacito de mi historia, de  mis afectos. Es repasar un álbum de fotos hermosas. Cada vez que lo veo, lo encuentro más lindo, más grande, mas florecido, mas lleno de vida... O quizás sea esa mi percepción fruto de quererlo tanto, no lo sé. El monolito, el monumento a la Madre, la Cooperativa, la Sociedad Española, el Club Alumni, Dunas, el Médano 40, el Califa…son nombres que jamás olvidaré, me encanta saber que forman parte de mi historia, pero también me gusta saber que yo también formo parte de la suya. Haber estado ahí, haber crecido ahí, haber jugado ahí, es para mí una de las cosas más lindas que me pasaron. Tengo de Orense mis mejores recuerdos. Pero no se da cuenta uno que ama tanto ese lugar, como al partir. Tenía 17 años cuando me fui. Pensé que sólo dejaba atrás a mis padres, algunos amigos y vecinos, algunos lugares comunes y nada más. Estaba dejando atrás también esas callecitas donde aprendí a jugar, mi querido club donde pegaba mis primeros raquetazos, las clásicas esquinas que eran la parada fija donde empezábamos a desandar nuestros primeros desengaños, a contarnos los primeros secretos, y a criticar al amigo de turno. En Orense también aprendí a amar el MAR, amor que aún conservo y que siempre que puedo retorno a sus orillas para darme un “baño de paz”.
Orense es eso y mucho más. Es mi niñez, mi juventud, mi pasado y también mi paso fugaz de vez en mes, es mi familia, es mis amigos, en fin, Orense es mi lugar en el mundo. ¡Feliz Cumpleaños!


Ana Sofia Lambrecht

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