¿Quién no tiene anécdotas del
colegio Nacional? Así llamábamos en nuestra época de adolescentes al Instituto
Gral. José de san Martin. Ahora también se
lo reconoce como “Escuela Secundaria de Orense”.
Hoy quiero recordar
mi época de alumna, ya que ingrese a primer año en 1984 y egrese en 1988. ¡Cuántas personas marcaron nuestra
adolescencia! Cuantos docentes, que todos los
cercanos a mi edad deben recordar! Es difícil poder nombrar a todos, pero
imposible no nombrar y reconocer la figura del Rector Doctor Américo Luzi.
Su figura ¡imponente! cuando llegaba con sus
sobretodos largos, tan serio, tan recto!!! ¿Cómo no tenerle miedo?... aunque en realidad, era
respeto.
Cuando su
figura se paseaba por las galerías del colegio, ¡no quedaba nadie!, todos corríamos
a sentarnos al aula, pero siempre encontraba oportunidad de llamarle la
atención a algún alumno: el que no estaba afeitado, el que tenía el pelo largo,
las mujeres que no tenían el cabello atado, los que creían que iban a pasar
desapercibidos porque ¡llevaban zapatillas! ¡Todos era motivo para que el
rector nos llamara la atención!
Lo increíble, es que así como lo recordamos varias
alumnas también lo recuerda una docente, que con motivo de un homenaje que brindamos
en el Instituto, luego de su fallecimiento, escribía así:
“Tuvimos el privilegio de conocerlo, de compartir con
él la tarea docente y a su lado aprender tantas cosas de la vida, porque su
presencia y su diálogo nos enriquecían siempre…
Sí, su presencia bastaba para que cada tornillo del
engranaje de este Instituto ocupara su lugar y funcionara lo mejor posible. No
olvido cuando estacionaba el auto y salíamos corriendo de sala de profesores,
cada uno a su aula antes de que nos viera! Y él lo sabía, un día me dijo: ayer
entraron 10 minutos tarde…
Su sensibilidad afloraba detrás de esa apariencia dura
y fuerte, muy humano, de gran sabiduría, él siempre tenía una palabra justa
para cada uno y para cada situación; la prudencia lo caracterizaba.
Siempre supo compatibilizar su familia con su trabajo,
su profesión como un excelente médico, y como un gran rector del
establecimiento. Y esto en una localidad pequeña como Orense no es nada fácil.
Las relaciones humanas que son tan complicadas, las supo manejar con
psicología, paciencia, respeto y diría con mucha sensibilidad.
El Doctor Luzi estará siempre en nuestras aulas, en la
sala de profesores, su caminar lento y seguro por los pasillos nos seguirá
acompañando siempre; hay recuerdos que prevalecen, nunca se borran, huellas
profundas que perduran en el tiempo. En el corazón de cada uno de los que lo
conocimos y nos enseñó, sus acciones nos iluminarán el camino; sus palabras
quedarán plasmadas en nuestra mente y nos seguirán enriqueciendo”
Así lo describió Diana Ruiz de Lucero, quien fuera su
compañera de trabajo y mi Profesora de Matemática, en aquella época, por eso
quizás la misma mirada.
Los años han pasado, desde aquel egreso en 1988, pero
el estudio y la vida hicieron que yo volviera al Instituto General José de San
Martin, ahora como Directora, para ocupar ese lugar que alguna vez ocupo el Doctor
Luzi, y tuve y tengo el privilegio de
compartir la tarea docente con muchos docentes que habían sido mis profes, y también
con algunas amigas de la adolescencia, que hoy ocupan cargos, como la Secretaria Laura Yanacone, la EMATP Karina
Roppel, la preceptora Moira Laitan y las profesoras de Ingles, Florencia Exler
y Silvina Lotumolo.
Fuimos alumnas
en los mismos años,
compartimos recreos, risas e
infinidad de anécdotas. Hoy además de
colegas, continuamos siendo amigas, respetándonos profesionalmente y sintiendo el
mismo amor, el mismo respeto, el orgullo
y el honor de ser parte de la institución que nos formó como alumnas, como
tantos otros exitosos profesionales.
Vaya en estas simple palabras mi más sincero homenaje
al Dr. AMERICO LUZI y al INSTITUTO GRAL JOSE DE SAN MARTIN.
MARIA VICTORIA GOTTAU
DIRECTORA DEL INSTITUTO GRAL. JOSE DE SAN MARTIN
ORENSE, 12/07/13
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